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La reforestación del cerro Manquimávida es una prioridad para la Municipalidad de Chiguayante. De ahí que se retomara la plantación de cerca de diez mil árboles nativos, que permitirán entregar un hermoso paraje y, además, cubrir con una capa vegetal que impida posibles desprendimientos de barro y lodo.
Quillay, maqui y raulí son las tres especies nativas que la Municipalidad de Chiguayante está reforestando en el Cerro Manquimávida, gracias a una donación de diez mil árboles aportados por la CONAF.
El incendio forestal que consumió más de mil cien hectáreas del cerro Manquimávida y la Reserva Nonguén, ocurrido a inicios del año 2020, dejó en una compleja situación al principal pulmón verde de la provincia. De ahí la preocupación de la Municipalidad de Chiguayante para buscar alternativas para la reforestación, además de otras medidas que permitan la protección de los vecinos.
El alcalde Antonio Rivas comenzó con esta fase de reforestación: “Aquí no existía bosque exótico, solo bosque nativo. Hoy día estamos en un proceso de recuperación de esa historia, una historia con identidad, con la vegetación propia y las bondades climáticas que aún persisten, para retomar aquel paisaje de los años 60. Queremos que nuestro cerro sea sólido, un buen vecino, que genere antecedentes para los sueños de turismo que tenemos, como lo es ser la ciudad de turismo periurbano de Concepción”
Francisco Araneda, ingeniero agrónomo de la dirección de Aseo y Ornato, explicó cómo se realizará la reforestación: “Esto parte de una donación de 15 mil árboles, y el año pasado plantamos aproximadamente 5 mil. Nuestra intención, siempre que la pandemia lo permita, es retomar la plantación e invitar a nuestros vecinos para que se sumen, con todas las medidas necesarias, ya que los necesitaremos para reforestar este cerro”.
Uno de los proyectos impulsados por el alcalde Antonio Rivas es potenciar el turismo en el Cerro Manquimávida y al río Biobío, para que sea un nuevo polo productivo para la comuna.