Esta capacitación gratuita se suma a una serie de actividades con la comunidad e impulsadas por la Municipalidad de Chiguayante, para reducir los residuos orgánicos.
Conocer el impacto ambiental que generan los residuos orgánicos, el marco legal vigente, así como poner en práctica y aplicar un sistema de compostaje y vermicompostaje domiciliario, son los objetivos de la primera versión del Curso de Compostaje y Lombricultura impartido por el municipio chiguayantino, a través de su dirección de Aseo y Ornato.
Esta capacitación cuenta con 120 personas inscritas, quienes se interesaron en esta temática luego de que la Municipalidad de Chiguayante lanzara un programa comunitario de reciclaje de residuos orgánicos.
Respecto de este curso, la administradora municipal, Paulina Stuardo, señaló que “el alcalde Antonio Rivas ha generado una política concreta en materia de medioambiente. Por eso tenemos un equipo de agroecología que puede ir abarcando diferentes aspectos en esta materia. Esta convocatoria es señal de que no se ha levantado una política municipal que no tiene asidero en la comunidad”, recalcó Stuardo.
Durante el desarrollo de este curso, y mediante módulos teóricos y prácticos, los alumnos aplicarán técnicas de reciclaje y de lombricultura para transformar desechos domiciliarios en abono orgánico, con la finalidad de reutilizarlos en diferentes plantaciones.
De esta manera, restos de verduras, frutas, derivados de papeles, entre otros, podrán ser transformados en abono de alta calidad nutritiva para suelos y plantas lo que, además, reduce la basura generada, que en el caso de residuos orgánicos equivale al 58% de la basura recolectada.
Los participantes de este curso contarán con módulos en los cuales aprenderán acerca de la lombricultura, proceso controlado en una vermicompostera mediante el cual lombrices californianas transforman estos desechos en humus o abono. Además, considera cosecha de humus, elaboración de biofertilizantes y su aplicación a la huerta.
Como antecedentes a esta actividad, el municipio fabricó una vermicompostera con capacidad de una tonelada, que ubicó en la Granja Agroecológica de la comuna, que permitió hacer un programa piloto, capacitaciones y demostraciones en torno a su operación y transformación de la materia orgánica en abono.
Posteriormente, instaló una vermicompostera con capacidad de 700 kg en la Junta de Vecinos de Producción y Comercio, lugar donde se depositan residuos recolectados por la comunidad.
Mediante actividades como éstas, la Municipalidad de Chiguayante pretende integrar y comprometer de manera activa a la comunidad en lo que respecta al cuidado del medioambiente. Todo ello, debido al daño que provoca depositar estos residuos en rellenos sanitarios, por la generación de gases de efecto invernadero producto de su descomposición.