Aforos, protocolos y falta de insumos sanitarios: las razones del rechazo de padres, apoderados y profesores de Chiguayante al retorno a clases presenciales
En una reunión convocada por el alcalde, Antonio Rivas, representantes de establecimientos educacionales públicos, manifestaron sus aprehensiones frente al próximo regreso a clases. En la oportunidad, también conocieron los resultados de una encuesta comunal que ratificó esta negativa.
El rechazo al regreso a clases presenciales manifestó representantes de la comunidad educativa de Chiguayante, considerando los protocolos del Ministerio de Educación y el actual escenario sanitario.
Esta postura la hicieron saber al alcalde, Antonio Rivas, diversos agentes comunales de educación, que estuvieron presentes en una reunión convocada por la autoridad. Entre ellos, alumnos, directivos y representantes de profesores y apoderados del Servicio Local de Educación Andalién Sur, a cargo de la administración de los jardines, escuelas y liceos públicos de Concepción, Chiguayante, Florida y Hualqui.
Tras haber escuchado sus declaraciones, el alcalde Rivas expresó que “creemos que no están dadas las condiciones para un regreso presencial. No está el compromiso de recursos, no se ha dicho cómo se van a manipular los alimentos o las condiciones en el transporte escolar, que son temas que preocupan a nuestros vecinos. Como municipio aplicamos una encuesta que arrojó que, de 10 apoderados, 6 no enviarán sus hijos al colegio. Esto se tiene que considerar como una variable importante, porque no podemos permitir que haya jóvenes y niños que vean truncado sus procesos formativos y de crecimiento”, puntualizó el alcalde de Chiguayante.
Los asistentes coincidieron en que la presencialidad es el escenario ideal y lo que potencia el proceso de aprendizaje. Sin embargo, manifestaron su preocupación respecto de las medidas planteadas por el Ministerio de Educación, como la eliminación de los aforos, la deficiente infraestructura y falta de insumos para evitar los contagios.
La presidenta comunal del Colegio de Profesores de Andalién Sur, Evelyn Contreras, indicó que “valoramos esta instancia de participación y queremos la presencialidad, pero en condiciones seguras para nuestros alumnos y sus familias. La educación pública tiene que ser una prioridad para el gobierno, tener las salas adecuadas y los insumos necesarios para protegernos. Nos parece alarmante y preocupante el rompimiento de los aforos en el protocolo del Ministerio de Salud”, precisó la dirigente local de los profesores.
En la misma línea, la representante del Comité Directivo de padres y apoderados de Andalién Sur, Ester Sáez, señaló su preocupación a pesar de los índices de vacunación. “Los contagios han aumentado muchísimo y las personas adultas con todas sus dosis también se contagian. Entonces, al eliminar los aforos nos afecta, porque puede haber cursos de 30 ó 40 alumnos en una sala, que no tiene las dimensiones para que haya separación en las mesas, donde los alumnos se sientan más seguros y nosotros los padres estemos tranquilos”, expresó.
En esta instancia, los asistentes también conocieron los resultados de una consulta municipal respecto del regreso a clases y la valoración de las medidas comunicadas por el Ministerio de Educación.
Entre otras variables, la encuesta arrojó que, de 1.529 personas consultadas, el 63% no está de acuerdo con el regreso presencial. Por otro lado, un 64,7% calificó de insuficiente la toma de temperatura, uso de mascarilla y aforos libres, medidas propuestas por el Ministerio de Educación para el regreso a las aulas. En ese mismo ítem, un 25,8% considera que se pueden mejorar dichas condiciones y un 9,5% las consideran suficientes.
Al concluir la actividad, el alcalde Antonio Rivas expresó su disposición para que el municipio forme parte de las instancias consultivas y de participación que corresponda para consensuar un retorno a clases seguro. Esto se suma a su declaración días atrás, en su calidad de secretario de la Asociación de Municipalidades de la Región del Biobío, en que instó al Gobierno a escuchar a las familias y a diseñar un plan de retorno participativo