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Diversas autoridades comunales llegaron hasta la Intendencia del Biobío para hacer llegar al Gobierno, a través del intendente Sergio Giacaman, una carta firmada por la Asociación de Municipalidades de la Región del Biobío, donde expresan su preocupación por el aumento de $162 per cápita para la Atención Primaria de Salud (APS), lo que significa un detrimento en el trabajo que realiza la salud municipal.

 En la misiva, las autoridades de 14 comunas solicitaron el apoyo del Gobierno hacia la gestión en salud municipal, que durante este periodo de pandemia ha sido la primera barrera que detiene la propagación del virus en la población gracias a los equipos de detección, trazabilidad y contención, lo que ha significado una importante inversión por parte de las administraciones comunales.

El Alcalde de Chiguayante, José Antonio Rivas, indicó que el aumento en el presupuesto de atención primaria es complicado: “Nos parece grave que se nos ingrese un aumento de $162 per cápita en la salud primaria. Esto significa que no vamos a tener recursos para la salud cotidiana, mucho menos para enfrentar la pandemia, que le ha costado a los presupuestos municipales más del 70% de los gastos. El Gobierno nos ha dicho que la pandemia se detiene en las comunas, por lo tanto creemos que los ciudadanos deben estar en el presupuesto nacional”, señaló la autoridad comunal.

El diputado Gastón Saavedra también se sumó a esta reunión, y expresó que el aumento del presupuesto es muy bajo: “Está por debajo de los $10 mil per cápita que debiera llegar, y este monto es tremendamente importante para el funcionamiento de la salud municipal. Sin eso, el déficit lo va a pagar el municipio y eso complica la gestión municipal de cada alcalde, ya que tendrá que derivar recursos que podrían estar destinados en otra cosa, para pagar los gastos de los trabajadores de salud. Lo que hace el Gobierno con este aumento es un tremendo error”, sugirió el parlamentario.

confusam 2.jpgEn esta carta, la Asociación de Municipalidades del Biobío indicó que las principales preocupaciones de las y los alcaldes son la carencia de recursos para enfrentar la pandemia, falta de información para la programación del año 2021 y un centralismo exacerbado en el diseño de instrumentos, planes y programas de aplicación y gestión de Covid-19 a nivel local.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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